A lo largo de nueve años Beethoven escribió Fidelio, lo revisó, volvió a escribirlo… Empezó la ópera mientras esbozaba la Tercera sinfonía, la acabó cuando empezaba la Octava. Una afinidad, la del compositor con el teatro musical, fuerte, pero siempre conflictiva y problemática. Y no ha de extrañar. Género mucho más sometido que el instrumental a códigos y convenciones.
A lo largo de nueve años Beethoven escribió Fidelio, lo revisó, volvió a escribirlo… Empezó la ópera mientras esbozaba la Tercera sinfonía, la acabó cuando empezaba la Octava. Una afinidad, la del compositor con el teatro musical, fuerte, pero siempre conflictiva y problemática. Y no ha de extrañar. Género mucho más sometido que el instrumental a códigos y convenciones.
Fuente: hagaselamusica.com