El balcón de Romeo y Julieta, en Verona, y el castillo de Mantova, de Rigoletto, entre otros clásicos para viajeros melómanos
Hay lugares que concentran sucesos históricos, paisajes impregnados de un perfume distintivo, rincones que disparan nuestros sentidos y los hay también con música propia. Quienes aman la música lírica no pueden evitar cantar por lo bajo la melodía con la que identifican cada escenario. Aquí un breve recorrido por algunas huellas que han dejado óperas famosas en Europa.
Tosca – Castel Sant Angelo
Muy cerca del Vaticano, Castel Sant ?Angelo es el lugar donde se desencadena esta tragedia. E lucevan le stelle es una de las arias más recordadas cuando, a punto de ser ejecutado, Mario Cavaradossi canta apasionadamente para pedir que le entreguen una carta de despedida a su amada Tosca.
El final de la opera de Puccini llega cuando Floria Tosca salta al vacío desde la torre del castillo. Construido como mausoleo para el emperador Adriano, hoy es un Museo Nacional que expone obras de arte, material propio del castillo y una gran colección de armas. Desde las alturas, su torre ofrece la vista más linda sobre el Tíber y la Basílica de San Pedro.
Gianni Schicchi – Ponte Vecchio
La opera de Giacomo Puccini transcurre en Florencia. Uno de los fragmentos más conocidos es cuando el personaje de Lauretta, firme en su deseo por casarse con Rinuccio, amenaza con saltar al río Arno desde el famoso Ponte Vecchio.
Laura Bjelis es una cantante lírica argentina que viajó para conocer este sitio. “Ni bien pisé el puente me puse a cantar bajito O mio babbino caro, la melodía que identifica a este escenario”, cuenta con emoción.
Rigoletto – Mantova
El famoso melodrama de Giuseppe Verdi, basado en la obra de teatro Le roi s’amuse de Victor Hugo, tiene como escenario al castillo de Mantova en el norte de Italia. El aria que remite al duque es La donna e mobile y Cortigiani, vil razza dannata es la melodía que acompaña al pobre bufón cuando advierte que los cortesanos han sido los raptores de su hija Gilda creyéndola su amante.
A parte de este conjunto de edificios, una de las viviendas más visitadas de la zona se ubica al final de la plaza Sordello y es la casa de Rigoletto, el bufón de la corte de los Gonzaga. En Piazza Sordello 23 esta construcción funciona como museo y en el centro de su jardín, para la foto de todo visitante, una estatua de bronce recuerda al trágico personaje.
Romeo et Juliette – Verona
Los amantes de Verona también tienen su versión escrita por Charles Gounod, basada en la obra de William Shakespeare. Aunque no haya documentos que aseguren que es la auténtica casa de Julieta, en Vía Cappello se encuentra un balcón que ya es famoso por la cantidad de visitantes que recibe cada año. Ah! Léve-toi, soleil, canta Romeo, mientras se oculta de la guardia de los Capuletos y espera el amanecer bajo la habitación de Julieta.
Pagliacci – Calabria
La aldea de Montalto es donde suenan los dos actos escritos por Ruggero Leoncavallo, basados en hechos reales que suceden en un día. Fiel al estilo verista, esta ópera trata sobre la llegada del circo a un pueblo. Por supuesto está presente la plaza central, donde llegan los artistas, las campanas de la iglesia y la típica pasión italiana para el amor y la tragedia. Es inolvidable Vesti la giubba cantada por Pagliacci.
Francesca de Rimini – Rimini
Esta historia, sobre una mujer casada por intereses políticos, inspiró a varios compositores y autores. La fantasía orquestal de Tchaikovsky y las operas de Ricardo Zandonai y Rajmaninov tomaron de la Divina Comedia el quinto canto del infierno de Dante para adaptar esta tragedia. En el final Francesca termina enamorándose del hermano menor de su marido, pero al revelarse el engaño los adúlteros son asesinados. Rimini es el escenario de este triángulo amoroso que termina en fatalidad.
La Bohème – Barrio Latino
Antes de ser lo que es hoy, un sitio encantador lleno de ateliers, el barrio latino de París era donde los artistas pasaban frío, hambre y penurias. Los protagonistas de La Bohème, de Giacomo Puccini, viven en una bohardilla y se alimentan de su pasión por el arte. Un pintor, un poeta, un filósofo y dos mujeres.
Una de las escenas más pintorescas es cuando Musetta canta quando men vo y despliega toda su sensualidad en el café Mus mus. El aire parisiense, los bares y sus callecitas remiten a ella y a su voz.
Don Carlo – Fontainebleau
El bosque de Fontainebleau es una reserva natural, al sur de París, con una atmósfera mágica que ha inspirado a pintores, poetas y a la ópera Don Carlo de Giuseppe Verdi.
En el primer acto Carlo ve a Isabel, se enamora perdidamente y canta Io la vidi o Je l’ai vue en la versión francesa. Pero el momento en el que finalmente se encuentran y él le confiesa sus sentimientos llega el inolvidable dúo Di quale amor, di quanto ardor.
Il Tabarro – Río Sena
Puccini cuenta la trágica historia de Michelle, que vive en un barco anclado en el Sena, y su mujer Giorgetta. Entre el río y las sucias calles de un París de 1910 descubrirá que ella lo engaña con un estibador llamado Luigi, mientras canta Nulla Silenzio. En el final Michelle estrangula al tercero en discordia y lo cubre con su propia capa, su Tabardo (en italiano tabarro). Cuando llega la mujer a la cita con su amante encuentra a Michelle, que le muestra el cuerpo sin vida de Luigi.
Barbero de Sevilla y Carmen – Sevilla
En esta ciudad suenas las notas del Barbero de Sevilla de Gioachino Rossini, con Largo al factotum y la inolvidable Carmen de Georges Bizet. Pablo Acoglani, un tenor lírico argentino, viajó este año en busca de la fábrica de tabacos donde Carmen trabaja junto a otras cigarreras. Es un edificio hermoso donde hoy funciona una universidad. Ni hablar de la Plaza de Toros, donde se desencadena la tragedia final. La muerte encuentra a Carmen en manos de Don José y mientras ella todavía se desangra, se escuchan los ecos del Toreador: Votre toast je peux vous le rendre, cuenta satisfecho por haber encontrados estos lugares.
I l Trovatore – Zaragoza
En el castillo de la Aljafería se desarrolla una de las tramas más famosas de Giuseppe Verdi. Manrico enamorado de Leonora, una joven de la corte, termina raptándola de un convento para huir juntos. Luego de un tiempo en el que viven felices son encontrados y castigados. Así Manrico termina encerrado en el torreón del castillo al que da el nombre de Torre del Trovador. Leonora canta D’amor sull’ali rosee para pedirle piedad al conde y ofrecer su vida a cambio de la de su amado.
A pesar de que los protagonistas son Manrico y Leonora, Verdi se sintió atraído por el personaje de Azucena, la Gitana cuyo deseo de venganza se ve concretado durante el desenlace de la opera con la composición más conocida: Stride la Vampa.
Ana Bolena – Windsor y Londres
El primer acto comienza en los aposentos de la reina en el castillo de Windsor y las escenas siguientes se desarrollan en distintas habitaciones del palacio, la ciudad, hasta culminar en la Torre de Londres donde Bolena muere. Compuesta por Gaetano Donizetti, el dúo Sul suo capo aggravi un Dio se destaca dentro del repertorio.
Macbeth – Escocia
Cawdor es conocido como el castillo de Macbeth , aunque el asesinato de Duncan haya sido en Inverness, a 22 kilómetros de allí. La opera realizada por Verdi centra los actos en Macbeth y Lady Macbeth, quien cobra más protagonismo que en la versión de Shakespeare.
Es escalofriante imaginar a Lady Macbeth deambular sonámbula por los oscuros pasillos del castillo, mientras cree ver manchas de sangre en sus manos al cantar Una Macchia é qui tuttora atormentada y al borde de la locura se dirige hacia su propia muerte
Fuente: Lanacion.com