La australiana ganadora de dos premios Grammy falleció a sus 83 de años de edad. Su familia dijo que la soprano, quien fue descrita en una ocasión por su colega Luciano Pavarotti como ‘la voz más grande del siglo’, murió pacíficamente a primeras horas de la mañana del domingo, tras sufrir de una larga enfermedad. El deceso de la cantante ocurrió en Suiza, donde se retiró para vivir cerca de Montreux. ‘Ella es una persona muy importante en todo el mundo, pero para nosotros es nuestra familia y estamos tratando de adaptarnos a ello’, dijo su nuera al diario australiano Sydney Morning Herald.
Hija de una talentosa cantante, Sutherland estudió piano y canto con su madre y tuvo su estreno vocal en un concierto de ‘Dido and Aeneas’ con Henry Purcell en 1947 en Sydney. Su estreno operático fue con el rol principal en ‘Judith’, de Sir Eugene Goossens en 1951.
Al año siguiente la artista fue aceptada dentro de la compañía Real de la Ópera de Londres, donde debutó como la primera dama en ‘La Flauta Mágica’ de Wolfgang Amadeus Mozart. ‘Ella era ‘Stupenda’ en realidad’, dijo Antonio Pappano, director musical de la Ópera Real de Londres. En 1961 y 1981 obtuvo premios Grammy.
La australiana cantó en cerca de 50 óperas, donde actuó con muchos de los grandes de su generación y realizó decenas de aclamadas grabaciones.
Sus crecientes problemas con la artritis y temores de que su voz demostraba su edad la llevaron al retiro en 1990, luego de unos 40 años de carrera.
Tras su salida de los escenarios, ‘La Stupenda’, como era llamada por sus fans, permaneció activa en la educación de cantantes jóvenes y se convirtió en una figura habitual como jurado de concursos de canto en todo el mundo.
Sutherland fue nombrada en 1979 Dama Comandante del imperio británico y en 1991 recibió una orden al mérito. La cantante deja a su viudo, el director de orquesta conductor Richard Bonynge, su hijo Adam y su nuera Helen.
Reporte de Mike Collett-White
LONDRES
Reuters