El barbero de Sevilla (en italiano Il barbiere di Siviglia) es una ópera bufa en dos actos de Gioacchino Rossini. El libreto de Cesare Sterbini está basado en la comedia del mismo nombre de Pierre-Augustin de Beaumarchais. Del mismo escritor es el libro Las Bodas de Fígaro, sobre el que Mozart basó su famosa obra. También, previamente se escribieron obras de la misma temática tales como las compuestas por Giovanni Paisiello y Nicolas Isouard. Aunque la ópera de Paisiello triunfó por un tiempo sobre la de Rossini, sólo ésta soportó el paso del tiempo y es todavía una de las obras permanentes del repertorio operístico. Fue estrenada en el Teatro Argentina de Roma el 20 de febrero de 1816.[1] En España se estrenó en 1818, en el Teatro de la Santa Cruz de Barcelona.
La contralto Geltrude Righetti Giorgi fue la primera Rosina de la historia mientras que el papel de Almaviva fue asignado por el mismo Rossini al gran tenor español Manuel del Pópulo Vicente García.
Rossini escribió esta ópera en un tiempo récord, pues el contrato de la ópera se firmó menos de dos meses antes de su estreno. Muchos años después, Rossini alegaba que la terminó en sólo trece días. Sin embargo, es muy probable que el tema de Fígaro hubiera rondado por su cabeza desde mucho tiempo antes de su composición.
La obertura de esta ópera se toca con frecuencia como pieza de concierto. Su carácter alegre, gracioso, y humorístico prepara psicológicamente al público para el ambiente en que se desarrolla el resto de la ópera. Se sabe que su música había sido utilizada por el compositor como obertura de dos óperas anteriores. Sin embargo, ha quedado ligada de manera permanente a ésta, una de sus obras maestras. La obertura también fue utilizada como marcha de la banda de guerra del Ejército Mexicano en tiempos de Santa Anna. También es ampliamente conocida el aria Largo al factótum, interpretada por Fígaro y que da cuenta de la importancia que éste se atribuye en la obra.